"Cuando la ciudad pierde la memoria, el tango la recuerda"

En esta serie de diez obras digitales, el tango no es solo danza: es territorio emocional, es lenguaje secreto, es ciudad que late en cada pliegue de un cuerpo o en la pausa de un bandoneón invisible. Jorge da Fonseca nos invita a recorrer un mapa afectivo donde Buenos Aires se despliega no como paisaje pintoresco, sino como herida y abrazo.

Cada imagen es una escena detenida en el tiempo, pero vibrante en movimiento interno. Hay parejas que flotan, que se buscan, que se despiden. Hay silencios compartidos, acuerdos tácitos, caballos desbocados y figuras femeninas que encarnan el fuego callado de la historia.

No se trata de retratar el tango como espectáculo, sino de revelar su condición de rito íntimo, de refugio entre ruinas, de memoria viva que se transmite sin palabras.
La estética con rizos acuarelados, cambiante, transita entre la figuración y la abstracción para recordarnos que la emoción no siempre tiene contorno. Lo que importa es el trazo que tiembla, la piel que recuerda, el gesto que persiste y comiensa cuando la música termina.

Aquí el tango no es ilustración. Es espíritu.
Una ciudad que arde en sus cuerpos.
Una promesa que se repite entre luces y sombras:
mientras alguien abrace a otro al ritmo de un compás secreto, Buenos Aires seguirá existiendo.